Trasteando por youtube he topado con este vídeo del 2012 en el que atleta búlgaro Georgi Kirilov Georgiev sufrió una escalofriante fractura de su rodilla mientras disputaba la carrera de 100 metros lisos en el Campeonato Europeo de Atletismo celebrado en Helsinki (Finlandia) celebrado entre los meses de junio y julio de ese mismo año.
La verdad es que el vídeo te deja un mal cuerpo que para qué...
Escalofriante lesión de rodilla
Entre la niebla
Aunque a muchos le pueda parecer una locura, la verdad es que estos días en que no se ve nada disfruto más que ningún otro. Y ojo, porque es el cuerpo el que me pide salir a practicar running.
Acostumbrado a tener que vérmelas con otras inclemencias típicas de esta ciudad (llamémosle por su nombre, el cierzo), estos días para mi gusto son perfectos. Hace frío sí, pero sales bien abrigadito y punto. El suelo suele estar mojado y en algún punto puede estar el suelo hasta helado sí, pero con ir mirando donde pisas no hay problema.
Alguno puede llegar a sentirse agobiado al correr entre la niebla. El intentar imaginar que puede ser ese bulto sospechoso que tienes delante, sí, ese que está a poco más de treinta metros justo delante, ese al que si no lo tienes a un palmo de tu cara no te das cuenta que es un... ¿una viejecilla paseando a su mini-perro, con este tiempo? joder y encima el mini-perro se ha abalanzado sobre mí y se me ha puesto a ladrar.
Correr entre la niebla es una sensación que a no todo el mundo le gusta. Sin embargo para mí, si sale un día así solo puede significar dos cosas. La primera de ellas, que al no hacer aire ya de por sí es un buen día y por tanto, salgo a correr animado. La segunda, que toca sesión de las largas. Y cuando vas a estar mucho tiempo corriendo necesitas marcarte pequeñas metas (ojo, por lo menos en mi caso): mantén este ritmo hasta la farola aquella; en esta bajadita bajo el ritmo y a recuperar; ahora una rampa larga, venga fuerte, no flojees; muy bien, ahora hasta el puente aquel; perfecto, ahora hasta el siguiente puente... que lejos se ve... buffff, venga ánimo, ahora sigue el ritmo de aquel runner...
Con niebla, la sensación de poder engañar a tu cerebro es maravillosa. La niebla te envuelve y parece que corres hacia un lugar desconocido, aunque en realidad el terreno lo conoces a la perfección. Simplemente salgo a correr, mente en blanco y a disfrutar. Será por esto por lo que al terminar la sesión no me siento tan agotado...
La noria
A pasado mucho desde la última vez. No de salir a correr que conste, pero casi casi. Mucho desde que escribí mi última entrada. Falta de tiempo, pereza, desmotivación... muchas y diversas causas.
Y sigo así, aunque a veces cualquier pequeña cosa te empuja a escribir nuevamente. En mi caso, no es que haya sido una cosa pequeña para ser exactos. Cuando practicas running, muchas veces ves cosas curiosas que merece la pena compartir. Así que inaugurando la etiqueta curiosidades de este blog, y como plato fuerte, os dejo con la noria móvil que este año han colocado en la Ribera del Ebro (junto al Parque Macanaz, se deja ver) aquí en Zaragoza y que tanto éxito ha tenido.
Que tiemblen París, Londres, Berlín, Pekín o Tokio puesto que Zaragoza no se quiere quedar atrás y algunas cabezas pensantes ya están barruntando la idea de instalar la noria, esta no claro, sino una fija, más alta, más iluminada, mas guapa y más hermosa. ¿No han escarmentado con el fiasco del telecabina? Está visto que no...
San Valero, ventolero y rosconero
"San Valero, ventolero y rosconero". ¿El por qué de este dicho? San Valero porque es el patrón de Zaragoza, ventolero porque la situación geográfica de la ciudad es la que es y normalmente por estas fechas siempre sopla el cierzo, y rosconero porque la festividad se celebra tomando el típico Roscón de San Valero. Pero este año hubo una novedad. Este año solo fue "San Valero, rosconero".
Eso lo pudieron agradecer en mayor medida los participantes (se agotaron las inscripciones cuyo tope era de 1300 runners) de la IV Carrera Popular 10k del Roscón, celebrada el pasado martes día 29 de enero por el Parque del Agua y alrededores.
La organización de la carrera, Os Andarines de Aragón, y debido a la crecida del Ebro de estas últimas semanas, se reservaba el derecho de cambiar el recorrido por si alguno de los sitios por donde tenía que discurrir la carrera seguían inundados pero como el caudal ese día ya había bajado, se celebró sin ningún tipo de problema. Decir que la cuota de inscripción oscilaba entre los 15-18 euros dependiendo del día de la inscripción. La organización perfecta, desde aquí mi enhorabuena, y los servicios que se ofrecían muchos:
Avituallamientos, animación, servicios en la linea de meta, vestuarios y duchas (algún problema hubo de haber porque lo cambiaron 4 días antes de las instalaciones del Canal de Aguas Bravas de La Torre del Agua al Pabellón Siglo XXI), fisioterapeutas, servicio de guardarropa, corredores guía, bolsa, diploma...
La hora de comienzo, las 11.00h, justo debajo del telecabina en el Parque del Agua. Me retrasé un poco al salir de casa así que llegué con el tiempo justo, no para correrla, sino para verla. Cruzaba el paso de peatones de la Plaza de las Banderas cuando escuché el pistoletazo de salida así que, en lo que me dio tiempo a bajar de la bici (la pobre está muy mal), sacar la cámara de la mochila y enfocar, los corredores pasaban justo a mi lado.
Esperé a que pasaran todos y me dirigí a la línea de salida/meta para hacer más fotos.
Luego me acerqué de propio al estand que se había montado para la recogida de "Tapones para Jimena" (niña de un añito de edad que al nacer le dio un ictus lo que le probocó la paralización de la parte izquierda de su cuerpo, por eso sus padres recogen tapones para hacer frente a los cuantiosos gastos de medicinas y equipos necesarios para que Jimena tenga una digna calidad de vida puesto que ellos no poseen suficientes medios económicos). Entregué los tapones que se habían ido acumulando en casa. Además al entregarlos te obsequiaban con un trozo de roscón a cargo de Pastelería Tolosana.
Por cierto, yo no lo cogí porque no me apetecía pero mi tirón de oreja para aquellas personas mayores que estaban en la fila con el único propósito de coger un trozo así por su cara bonita. La poca educación y el rostro de algunas personas me ponen de los nervios.
Mi siguiente y último punto fue la Pasarela del Voluntariado. En el trayecto que hice por la zona de la Expo vi gente esperando ver a los corredores (lo recalco porque otras carreras que he visto no suele atraer al público). Allí que llegué. Me coloqué estratégicamente y esperé a que llegaran los runners para seguir haciendo fotografías.
Después de esto tenía dos opciones. Ir hacia la zona de meta para ver entrar a los últimos corredores y la entrega de trofeos (los ganadores fueron Joaquin Salvador Sánchez y Alicia Diago Ortega) o recoger los bártulos, montarme en la bici, volver a casa y salir a practicar running un rato. Reconozco que al verles correr a ellos me entró el gusanillo así que para matarlo, me decanté por la segunda opción por lo que, también yo salí a correr en la mañana de San Valero.
Cierzo
Entrenamiento duro el de hoy. ¿Por qué? Porque esta mañana soplaba el <<cierzo>> que no veas.
Para los que no conozcáis Zaragoza, cuando hablo de cierzo, y para poneros en situación, me estoy refiriendo a un fuerte viento de componente noroeste muy típico del Valle del Ebro, tan típico que sopla frecuentemente y en cualquier estación del año aunque mucho más en primavera, otoño e invierno. Y cuando digo viento es viento de verdad. Las rachas de hoy para que os hagáis una idea han alcanzado los 80 km/h. Aun así debo ser gafe porque parece que ahora remite. Es lo que tiene esta ciudad.
Mira que me puede llover (pocas veces), nevar (la última ni me acuerdo), hacer un frío del carajo o hacer un calor asfixiante pero el viento, es tal la antipatía que me produce que cuando toca salir a correr y está soplando, las ganas pasan de cien a cero en solo un instante. Aun así, y con las ganas en el nivel más bajo, a entrenar que me fui.
Consejos para correr con viento
Primero el viento en contra
Si el recorrido que vas a realizar es de ida y vuelta, lo mejor es que empieces a correr siempre en contra del viento puesto que al principio tienes todas las fuerzas contigo y es más lógico que luches contra el aire con todas ellas. Una vez que te encuentres cansado, puedes dar la vuelta y regresar hacia el punto de tu partida. Al volver con el aire a favor, éste te ayudará mucho por lo que afrontarás la vuelta de una manera muy llevadera, casi como si tuvieses la sensación de que corres sin esfuerzo.Otro de los motivos de realizarlo así es que al volver con el viento a favor, a tu cuerpo, que estará sudado, el aire no le robará tanto el calor como si lo hicieses a la inversa con lo que evitarás posibles enfriamientos e hipotermias.
Cuidado con el frío
Como cuando sopla el aire este suele ser frío, abrígate de la misma manera que ya expliqué en llegó el invierno. Yo en particular os hago hincapié en el cortavientos, el gorro, los guantes y la braga (en mi caso, esta última prenda es muy importante puesto que en días ventosos, la rara sensación de no poder respirar bien o no poder coger bien el aire la suplo con esta prenda que me la coloco para que me tape la boca y la nariz y así respirar sin ningún problema a través de ella).En cuanto al resto de consejos (calentar bien, hidratarse y quitarse la humedad rápidamente) la cosa no cambia.
Aprovecha el viento para cambiar tu entreno
Puedes planificar un entrenamiento diferente. Por ejemplo, series. Aprovecha el viento en contra para aportar resistencia a tu carrera. Para recuperar, volvemos a trote a favor del viento.También debes tener cuidado porque si tenías pensado hacer un entrenamiento suave de recuperación el viento te lo va a estropear por lo que lo mejor es que busques la protección de edificios o busques calles por las que sople poco el aire.